CARLOS LEZAMA

lunes, 18 de abril de 2011

La pasada semana los poblanos acudieron al llamado extendido por Javier Sicila en el cual se solicitaba  llevar a cabo una marcha cuya proclama, anhelo, deseo, exigencia, fue ( y es), en términos generales, el cese de la violencia que está trastornando al país entero. Y sí, ahí estuvimos presentes  los gremios o minorías que se esperaban: poetas, narradores, filósofos, dramaturgos, periodistas, sociologos, antropòlogos, la comunidad lesbico-gay, etc. Sin embargo y siendo objetivos, la capacidad de convocatoria fue poca, y lo más alarmante, la ciudadanía popular, la sociedad civil, brilló por su ausencia. El evento no pasó a más, después de la marcha la disgregación sin asomo de propuestas, conclusiones, acciones o algo más. La incapacidad de comunicación esfumó la posibilidad de tejer en esos momento una promisoria red social, y para acabarla de ching... un sistema de sonido que no llegaba más allá de las primeras filas en torno al orador.
La tarea de convocar a la sociedad civil, es precisamente de este sector minoritario que hizo acto  de presencia, es labor nuestra meditar en que estamos fallando para lograr convocar -en primera instancia- y después comenzar a formar un tejido social cuya postura sea contundente, clara, precisa. La tarea es enorme, la enajenación resultante es avasalladora, perversa, indolente, y aún asì debe quedar claro que la lucha debe continuar.
Quien no entienda que la lucha contra el imperio (la lucha de clases) nunca acaba, condena a la explotación, detrimento, anulación etc, de los demás. La lucha sigue y seguirá hasta el fin de los días.    "SÓLO EL PUEBLO PUEDE SALVAR AL PUEBLO"  

Luchar y trabajar, por una vida digna, por la vida humana real. 
ATTE. CARLOS LEZAMA



Testimonio fotográfico: 

martes, 5 de abril de 2011

En esta ocasión en apoyo, colaboración, denuncia, participación,  sedo el espacio de este blog al texto: Carta abierta a políticos y criminales que redacta JAVIER SICILIA en reclamo no sólo del asesinato de su hijo, sino también en reclamo de todos los crímenes, impunidades, e incompetencia tanto de políticos como de narcos.      
Este texto nos devela que la participación ciudadana es necesaria, fundamental para aspirar a un cambio nacional (SÓLO EL PUEBLO PUEDE SALVAR A EL PUEBLO).
El día miércoles 6 de abril de 2011 a las seis pm se cita a una reunión en el zócalo de la ciudad de Puebla para alzar la voz y exigir justicia por todo lo que estamos padeciendo los mexicanos. 


   
Javier Sicilia: Carta abierta a políticos y criminales


MÉXICO, DF., 3 de abril (Proceso).- El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus códigos de honor.
No quiero, en esta carta, hablarles de las virtudes de mi hijo, que eran inmensas, ni de las de los otros muchachos que vi florecer a su lado, estudiando, jugando, amando, creciendo, para servir, como tantos otros muchachos, a este país que ustedes han desgarrado. Hablar de ello no serviría más que para conmover lo que ya de por sí conmueve el corazón de la ciudadanía hasta la indignación. No quiero tampoco hablar del dolor de mi familia y de la familia de cada uno de los muchachos destruidos. Para ese dolor no hay palabras –sólo la poesía puede acercarse un poco a él, y ustedes no saben de poesía–. Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas, desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no pertenece a la naturaleza –la muerte de un hijo es siempre antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huérfano ni viudo, se es simple y dolorosamente nada–, desde esas vidas mutiladas, repito, desde ese sufrimiento, desde la indignación que esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre. 
Estamos hasta la madre de ustedes, políticos –y cuando digo políticos no me refiero a ninguno en particular, sino a una buena parte de ustedes, incluyendo a quienes componen los partidos–, porque en sus luchas por el poder han desgarrado el tejido de la nación, porque en medio de esta guerra mal planteada, mal hecha, mal dirigida, de esta guerra que ha puesto al país en estado de emergencia, han sido incapaces –a causa de sus mezquindades, de sus pugnas, de su miserable grilla, de su lucha por el poder– de crear los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la cual este país no tendrá salida; estamos hasta la madre, porque la corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con el crimen y la impunidad para cometerlo; porque, en medio de esa corrupción que muestra el fracaso del Estado, cada ciudadano de este país ha sido reducido a lo que el filósofo Giorgio Agamben llamó, con palabra griega, zoe: la vida no protegida, la vida de un animal, de un ser que puede ser violentado, secuestrado, vejado y asesinado impunemente; estamos hasta la madre porque sólo tienen imaginación para la violencia, para las armas, para el insulto y, con ello, un profundo desprecio por la educación, la cultura y las oportunidades de trabajo honrado y bueno, que es lo que hace a las buenas naciones; estamos hasta la madre porque esa corta imaginación está permitiendo que nuestros muchachos, nuestros hijos, no sólo sean asesinados sino, después, criminalizados, vueltos falsamente culpables para satisfacer el ánimo de esa imaginación; estamos hasta la madre porque otra parte de nuestros muchachos, a causa de la ausencia de un buen plan de gobierno, no tienen oportunidades para educarse, para encontrar un trabajo digno y, arrojados a las periferias, son posibles reclutas para el crimen organizado y la violencia; estamos hasta la madre porque a causa de todo ello la ciudadanía ha perdido confianza en sus gobernantes, en sus policías, en su Ejército, y tiene miedo y dolor; estamos hasta la madre porque lo único que les importa, además de un poder impotente que sólo sirve para administrar la desgracia, es el dinero, el fomento de la competencia, de su pinche “competitividad” y del consumo desmesurado, que son otros nombres de la violencia. 
De ustedes, criminales, estamos hasta la madre, de su violencia, de su pérdida de honorabilidad, de su crueldad, de su sinsentido. 
Antiguamente ustedes tenían códigos de honor. No eran tan crueles en sus ajustes de cuentas y no tocaban ni a los ciudadanos ni a sus familias. Ahora ya no distinguen. Su violencia ya no puede ser nombrada porque ni siquiera, como el dolor y el sufrimiento que provocan, tiene un nombre y un sentido. Han perdido incluso la dignidad para matar. Se han vuelto cobardes como los miserables Sonderkommandos nazis que asesinaban sin ningún sentido de lo humano a niños, muchachos, muchachas, mujeres, hombres y ancianos, es decir, inocentes. Estamos hasta la madre porque su violencia se ha vuelto infrahumana, no animal –los animales no hacen lo que ustedes hacen–, sino subhumana, demoniaca, imbécil. Estamos hasta la madre porque en su afán de poder y de enriquecimiento humillan a nuestros hijos y los destrozan y producen miedo y espanto.
Ustedes, “señores” políticos, y ustedes, “señores” criminales –lo entrecomillo porque ese epíteto se otorga sólo a la gente honorable–, están con sus omisiones, sus pleitos y sus actos envileciendo a la nación. La muerte de mi hijo Juan Francisco ha levantado la solidaridad y el grito de indignación –que mi familia y yo agradecemos desde el fondo de nuestros corazones– de la ciudadanía y de los medios. Esa indignación vuelve de nuevo a poner ante nuestros oídos esa acertadísima frase que Martí dirigió a los gobernantes: “Si no pueden, renuncien”. Al volverla a poner ante nuestros oídos –después de los miles de cadáveres anónimos y no anónimos que llevamos a nuestras espaldas, es decir, de tantos inocentes asesinados y envilecidos–, esa frase debe ir acompañada de grandes movilizaciones ciudadanas que los obliguen, en estos momentos de emergencia nacional, a unirse para crear una agenda que unifique a la nación y cree un estado de gobernabilidad real. Las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una marcha nacional el miércoles 6 de abril que saldrá a las 5:00 PM del monumento de la Paloma de la Paz para llegar hasta el Palacio de Gobierno, exigiendo justicia y paz. Si los ciudadanos no nos unimos a ella y la reproducimos constantemente en todas las ciudades, en todos los municipios o delegaciones del país, si no somos capaces de eso para obligarlos a ustedes, “señores” políticos, a gobernar con justicia y dignidad, y a ustedes, “señores” criminales, a retornar a sus códigos de honor y a limitar su salvajismo, la espiral de violencia que han generando nos llevará a un camino de horror sin retorno. Si ustedes, “señores” políticos, no gobiernan bien y no toman en serio que vivimos un estado de emergencia nacional que requiere su unidad, y ustedes, “señores” criminales, no limitan sus acciones, terminarán por triunfar y tener el poder, pero gobernarán o reinarán sobre un montón de osarios y de seres amedrentados y destruidos en su alma. Un sueño que ninguno de nosotros les envidia. 
No hay vida, escribía Albert Camus, sin persuasión y sin paz, y la historia del México de hoy sólo conoce la intimidación, el sufrimiento, la desconfianza y el temor de que un día otro hijo o hija de alguna otra familia sea envilecido y masacrado, sólo conoce que lo que ustedes nos piden es que la muerte, como ya está sucediendo hoy, se convierta en un asunto de estadística y de administración al que todos debemos acostumbrarnos. 
Porque no queremos eso, el próximo miércoles saldremos a la calle; porque no queremos un muchacho más, un hijo nuestro, asesinado, las redes ciudadanas de Morelos están convocando a una unidad nacional ciudadana que debemos mantener viva para romper el miedo y el aislamiento que la incapacidad de ustedes, “señores” políticos, y la crueldad de ustedes, “señores” criminales, nos quieren meter en el cuerpo y en el alma.
Recuerdo, en este sentido, unos versos de Bertolt Brecht cuando el horror del nazismo, es decir, el horror de la instalación del crimen en la vida cotidiana de una nación, se anunciaba: “Un día vinieron por los negros y no dije nada; otro día vinieron por los judíos y no dije nada; un día llegaron por mí (o por un hijo mío) y no tuve nada que decir”. Hoy, después de tantos crímenes soportados, cuando el cuerpo destrozado de mi hijo y de sus amigos ha hecho movilizarse de nuevo a la ciudadanía y a los medios, debemos hablar con nuestros cuerpos, con nuestro caminar, con nuestro grito de indignación para que los versos de Brecht no se hagan una realidad en nuestro país. 
Además opino que hay que devolverle la dignidad a esta nación.

Esta carta se publica en la edición 1976 de la revista Proceso, ya en circulación.

viernes, 4 de marzo de 2011

MARZO MES DE LA MUJER

No es un secreto que México hace mucho no es una república democrática sino una dictadura –entendamos esto en su justa dimensión, es decir no sólo como lo que dicho término pueda significar, esto es,  “Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente vigente”, debemos hacer el esfuerzo de no quedarnos meramente en la palabra, en la estadística, en los números, que en más de las veces no dicen, no representan, no impactan, tanto como los hechos que suceden en verdad.
Entendamos este término - el de dictadura-  más bien recordando y denunciando las matanzas -recuérdese 1968, 1971, Acteal, y cientos de etc. recordando a los desaparecidos, a los presos políticos, a las elecciones robadas a Cárdenas y Obrador,  entendamos a la dictadura como los privilegios fiscales a las trasnacionales, como el excesivo costo de la alta y mediana burocracia de insignificante competitividad y nulo  sentido común; observemos la dictadura en la privatización de la nación, en la enajenación mediante la droga y los medios de comunicación, en las persecuciones, en las estigmatizaciones, en la militarización del país, en el asesinato, en la impunidad, en la dependencia NORTEAMERICANA.  
En toda dictadura los patrones o roles masculinos juegan un papel fundamental para que ésta mantenga su tenebrosa maquinaria en funcionamiento.  Debido a esto es que podemos observar un alto índice de feminicidio, pero también de homofobia, y en general un repudio derivado por la intolerancia (en gran grado tiene que ver acá la iglesia católica-cristina)  a la diferencia, diferencia de credos, de ideas, de gustos etc. 
El papel que obligada está a realizar  la mujer –impuesto por la dictadura-  en México a tomado un tono inaceptable, por el cual todos estamos obligados a denunciarlo, y digo todos (masculino y femenino). 
El papel de la mujer en México ha llegado más allá de la cosificación de su ser (esto es, reducir lo humano a cosa), ha llegado a un grado indescriptible e inadmisible. 
Por ello, todo trabajo que se ejecute por la mujer ( y por el hombre para con la mujer) para obtener la libertad mínima de su ser, aún el costo que deba pagarse por él, es de una dimensión inapreciable, invaluable, por la mera razón de que en esos trabajos, sea el más pequeño, como el hecho de que la pareja masculina mida la dimensión de sus actos para con su pareja femenina, hasta la elaboración de alguna obra artística (por ejemplo un documental, una exposición fotográfica, un poema etc.) están contribuyendo a generar una nueva realidad,  una nueva dimensión,  un NUEVO MÈXICO.
Los mexicanos debemos velar por estos actos de gallardía, de  libertad, de otredad, de humanismo, de transformación, de mutación. Todas las muertes que están ocurriendo en el territorio nacional deben servir para el despertar del México nuevo, del mexicano (mujer y hombre) nuevo.
Una de las voces femeninas que ha emprendido -y digo que ha emprendido, por que esto ya no se puede detener, aunque al sistema no le agrade, el nuevo México  está por llegar, a unos instantes, a unos segundos-  esta lucha, fue Susana Chávez creadora de la frase "Ni una muerta más"  quien fue asesinada en el pasado mes de enero. Vale este pequeño artículo, no sólo en su memoria, sino como un sumarse  a la causa y una toma de postura ante estos hechos que nos urgen, convocan, competen.
Por que eres prototipo de la NUEVA MEXICANA.   

Poemas de Susana Chávez:

SANGRE NUESTRA (Poesía escrita por Susana Chávez)
Sangre mía,
de alba,
de luna partida,
del silencio.
de roca muerta,
de mujer en cama,
saltando al vacío,
Abierta a la locura.
Sangre clara y definida,
fértil y semilla,
Sangre incomprensible gira,
Sangre liberación de sí misma,
Sangre río de mis cantos,
Mar de mis abismos.
Sangre instante donde nazco adolorida,
Nutrida de mi última presencia.

PLIEGO PETITORIO
Poema escrito por Susana Chávez
Que cese ya el grito alrededor de todo
detrás de las sillas llamándonos.
Que cese la espera de la eternidad
cansada de esperarnos,
que el silencio se vuelva transparente
para que el verdadero sonido
filtre por fin su alma.
que “el circulo perfecto” se vuelva luz encendida
en alguien que abre una puerta.
Que el golpe de mar quede en la memoria,
penetrante.
Que se acaben los hábitos de la incertidumbre,
que caiga la lluvia donde la ceniza se moje,
que la nostalgia siempre trabaje en la nieve,
que me dejen interrumpir el juego
de guardar silencio,
que Dios bendiga los zapatos rotos
y nos quite la costumbre tan socorrida del dolor.

martes, 15 de febrero de 2011

El poeta de la hoz y el canto:

Juan José Ortizgarcía (Puebla 1950)






De la parva y otras intenciones.( BUAP 2002) y Malabar de la memoria.(BUAP 2004 ) Despuntes y Aglutinaciones (BUAP 2008).





Mediante el presente escrito espero señalar los rubros en que este poeta, originario de la ciudad de Puebla, circunda. Parto por establecer que en la obra poética de Ortizgarcía se cierne una poética claramente bicéfala, donde por una parte, se extiende el sendero de la rabieta, la denuncia, el compromiso social, a la cual entiendo como la vertiente de la hoz, y por la otra, se extiende el sendero del canto meloso, alegre, amoroso, el canto solar diríamos, y esta sería la vertiente del canto.

Si tomamos el camino de categorizar a la ligera -como comúnmente se hace ya sea consciente o inconscientemente -, diríamos tal vez, que se trata del poeta de mayores tonos coloquiales de esta entidad; cosa que ante los yupis y exquisitos críticos de la poesía tendrían por un trabajo rústico y hasta inocente, pero no es así. Mas que carecer Ortizgarcía de herramientas poéticas para llevar a cabo un trabajo de palabrería rimbombante, identifico – y aquí es necesario el hincapié- que esta forma de escribir más tozudamente – aún en su veta luminosa-, está dirigida concienzudamente a intentar crear una poesía fuera del canon establecido –que se logre o no eso el tiempo lo dirá-. Se trata de una poesía menos lingüística, formal, barroca, sino intenta ser más humanizada –habremos también de tener reserva del proceder de este término, probablemente tengamos que esclarecer la denotación del mismo-. Por lo tanto, abordarla desde una crítica sugerida sólo por el mero signo lingüístico sería un craso error que denunciaría más bien el raquitismo análisis del crítico, que se olvidaría de escudriñar los distintos sentidos del texto. El trabajo poético de nuestro autor, nada tienen que ver con el preciosismo, sino con la emoción, el compromiso, lo humano, es decir, con el hombre. Hay que dejar en claro que, aún tratándose de una poesía distinta al neobarroco – por demás aplastante en nuestra entidad-, no padece de musicalidad, que es otro elemento que se expresa meticulosamente cuidado por el poeta.

Ortizgarcía -y esto sería lo digno de destacar – no busca el poema perfecto, sino al hombre, busca despertar lo queda de éste; hurga y reza por hallar entre tanta vanidad y usura, los vestigios de la dignidad, y la posibilidad de desempolvar la senda originaria

para revelársela al hombre. Hay incluso en su trabajo, una suerte de vetas místicas, concepciones auráticas, que más que derivarse de un trasnochamiento, se derivan de la fe en una armonía, y en una memoria primigenia. El amor sería el sustento de dicha armonía y memoria, cuya mayor sublimación del mismo –en el caso de nuestro poeta- sería la mujer, que queda sugerida como la salvación –al menos de Ortizgarcía así sería- del hombre; pero también el amor a Dios, el amor a los seres vivos, el amor a la igualdad – aclaro que es lo que el autor intenta llevar acabo-.

Otros elementos que oscilan en la poesía de Ortizgarcía y a los cuales no debemos perder de vista si queremos un lectura “global” de su trabajo, son los casos del arte pictórico, el erotismo, la ecología, el humor, pero principalmente -y lo que distingue a su obra- la denuncia política, por lo que es evidente el papel relevante de la realidad en su poesía.

Este poeta intenta mediante sus textos invitarnos a reflexionar sobre la congruencia, la conciencia política y moral; abunda en él una fe como en pocos, fe en el cambio, fe en los jóvenes, fe en el amor, fe en las mujeres, fe en la lucha, fe en el día a día, fe en la acción, fe en la justicia; sus versos logran lo que la verdadera poesía, esto es, detenernos un momento no sólo a disfrutarlos, sino también a meditarlos:


La batalla cuerpo a cuerpo es un error de cálculo / cuando los enemigos son tarántulas contra hormigas.


Son estos tipos de versos los que nos hacen entender que la labor del poeta no termina – a pesar de lo que muchos artífices de la palabra sostienen - en la escritura, sino en el despertar conciencia; Ortizgarcía es sin lugar a dudas el poeta de la Hoz y el Canto.

jueves, 10 de febrero de 2011

PREGUNTAS QUE RE EVOLUCIONAN

¿Los sistemas de que somos participes
deberían ser un precedente para realizarnos
la pregunta por nuestro sentido?









¿En el mundo posmoderno, es decir poshumano, poshistórico, posbiológico etc. llegará el momento en que debatamos sobre la posdemocracia; qué tan peligroso o benéfico resultaría ésto? 

¿ Será necesaria para la estabilización  de nuestro planeta la reapropiación del mito ?

RESPLANDORES ( escritos sobre lo humano)

El hombre ha creado dos figuras para enaltecer la defecación y la fornicación: el filósofo y el poeta.



El poeta : Ja, Ja,  Ja, Ja, Ja, Etc.  El filósofo : más etcéteras.



Si he de mencionar al menos un elemento que haya de distinguir a mis coetáneos, es el de su vocación por la farándula. Qué no habré visto: presidentes, papas, filósofos,científicos, poetas etc.   


El hombre en su sueño de ser cisne terminó siendo un parricida.


 Por cada obra capital miles de  holocaustos, desaparézcanse pues las obras capitales.

El hombre es un homenaje al ecocidio.


No dudo en aceptar que en esta sociedad estigmatizadora siempre preferiré ser el estigmatizado.

 
Dios es el cáncer de  nuestra especie.













viernes, 21 de enero de 2011

  Alcira Soust o la poeta marginal
A propósito de Alcira o poesía en armas

Dicen que por los pasillos de la UNAM orgullosamente se relata la leyenda sobre una persona que resistió a la ocupación militar de 1968. Para esto, los escuálidos sanitarios le fungieron como  trinchera. Hasta ahora no se sabía con exactitud acerca de dicha persona. Algunos decían que era una estudiante radical defendiendo la soberanía de la universidad. Otros decían que había sido una secretaria, pero  en realidad se trataba de una poeta, que curiosamente no era mexicana, sino uruguaya, su nombre: Alcira Soust.
Al respecto de este acontecimiento, se llevó a cabo en el teatro la  Capilla, de la ciudad de México, el monólogo: Alcira o poesía en armas, obra dirigida por Antonio Algarra, cuya temática estriba en mostrar el martirio que soportó la poeta en dicha ocupación militar.  
Más que hablar de la obra, cuyo acierto además de  emparentarnos en las rutas que debió transitar  la poeta en su tortura  - como el hecho de sobrevivir sólo con agua del inodoro-,  debemos poner atención al rescate que se realiza de una figura combativa, rebelde y de moral infranqueable. Así esta puesta en escena  nos sirve como pretexto para sustraernos a la tentativa de  conocer un poco más a la poeta Alcira Soust.
Llamada por Roberto Bolaño “la madre de la poesía joven en México” Soust le servirá posteriormente a Bolaño como uno de los personajes de su ya célebre novela  Los detectives salvajes. Este personaje será la poeta Auxilio Lacouture. Por ello nos acercaremos a algunas líneas de dicha novela, sin olvidar la función realidad-ficción de la misma, para poder darnos una idea de la poeta.

Sabemos por la descripción de Bolaño que Alcira provenía de Montevideo, probablemente habría arribado a México para 1965, sin embargo se especula su llegada entre los años de de 1962 a 1967.
Una vez arribada al D.F.  Soust tuvo que sortearse la existencia entre distintas labores que iban desde mandadera hasta traductora. La mayoría del tiempo se la pasaba en la facultad de filosofía y letras de la UNAM  viviendo de compartir a cambio de unas monedas, pequeños papeles donde escribía sus poemas; no es difícil de imaginar que de igual forma Alcira improvisara recitales en cafés y bares para juntar algunos pesos. Por las noches salía como murciélago –dice Bolaño- a la vida Bohemia, donde entre  borracheras discutía sobre poesía . Así entre cantinas fue que conoció a Bolaño que para entonces no pasaba de los 16 años mientras que ella ya lindaba los treinta.
Algo que fortalecerá esta amistad será la procedencia sudamericana así como su espíritu combativo de ambos. Estos jóvenes y entusiastas poetas no escatimaban en exhibir su condición de perros románticos sumergidos en la algarabía de la vanguardia.        
Fue Alcira la que enseñó a Bolaño quién era Pound, Eliot, Williams. Tal vez sea un poco – o un mucho - exagerado Bolaño cuando dice que Soust es la madre de la poesía joven en México, lo que en realidad debe entenderse por esta sentencia, es que Alcira reunía entorno a su persona a la juventud que estaba ávida de poesía.
Soust frecuentaba a Pedro Garfias y León Felipe, para mostrarles sus poemas y escuchar con atención las opiniones de los maestros respecto a los mismos; Soust de igual forma conoció al maestro José Revueltas, quien la estimaba por su sagacidad y compromiso.
 No es de extrañar que la mayoría de la obra de esta poeta esté desperdigada en libros, servilletas, banquetas,  baños, cajetillas de cigarros, paredes etc.
Así dentro del rompecabezas de la contracultura, Alcira es revelada como una pieza importante dentro de éste, no sólo como ícono de resistencia y marginalidad, sino incluso como ícono del feminismo. Soust entraría sin ningún problema en la categoría de poeta visionaria, al igual que el mismo Bolaños, Vicente Anaya. Juan Jorge Ayala o  Mario Santiago, entre otros.

En hora buena surge este monólogo, para avivar un poco la historia  -por ende la memoria-, y mucho mejor que sea a través  de figuras vituperadas y marginadas por llevar a cabo  la denuncia de la injusticia, el quietismo ciudadano, el status quo, la hipocresía cultural y muchísimos más etcéteras. Por ello no dejo de enfatizar el acierto por parte de la puesta en escena de Algarra, pero también apelo a no perder de vista la necesidad de voltear a estos “visionarios” de vez en cuando para desentumecerse de la vanidad y quietismo resultante de las fatuas flores de acrílico.  

jueves, 20 de enero de 2011



Estos textos que enseguida se comparten
forman parte del poemario DESLINDES.                                        Espero que les incomoden.



De CONJETURAS SOBRE EVA.



Del buen monógamo.
Hoy veneras a aquella musa que con sus dotes
de ágata radiante agotó en ti
toda seña de impertinente biología,
pues más no prestas tus sentidos
a otras que te guiñen u ofrecen
sus carnes plenas.
Hoy halagas a aquella que logró
despojarte de las corrupciones propias
del homo sapiens;  
y que además poco a poco –para que no sufrieras-
 logró anular a los amigos “mala influencia”.
Y meditas entonces en el Amor,
en el apego, en la ternura, en el resguardo  
que hoy cuantiosos te visten
apartando de tu lado
incertidumbre y trasiego.
Meditas –ahora de lecho compartido- en ese término abstracto
denominado “felicidad” y hasta crees conseguir denotarlo
sin haber repasando si quiera
las elementales tesis presocráticas. 
Ahora ya sin achaques de trasnoche, sin necesidad
de prestamos contiguos, de remedios de mercado,
también especulas en probables retoñitos:
 “Juanito, Gerardito , Jorgito, Rubencito etc.”
Y piensas: estoy a salvo, ¿qué más quiero de  la vida?
Pero ah, da la casualidad que yo, hermano,
Yo, mi amigo, el “mala influencia”,
el vicioso, el mujeriego,
yo, el que sabe más por diablo que por viejo,
frecuente cliente de lugares clandestinos,
aquél que no ve moros con trinchetes ni puta democracia,
puedo decirte con toda certidumbre
que un buen monógamo no es más que
un hombre cobijado por las fibras de la treta,
un hombre arteramente adulterado,   
que merece el calificativo de ser,
probablemente, el mayor de los pendejos.







Tu portentoso ego.

No acostumbro recordar juramentos
por la mera cuestión de ser presa de la historia,
es decir, incierto en el  devenir propio de los años.
Son tantos los días, tantas las horas, tantos los minutos,
como para no sufrir el riesgo de errar en la dialéctica.
Pero si por las dudas quisieras
responderte a la pregunta de
si alguna vez te ame con frenesí
es probable que halles la respuesta 
en un congal de discreta ubicación,
al que constante  acudí
todo el tiempo en que duró
el pretendido  juramento.